La naranja
Saludos,
iba caminando por la calle de regreso del francés y tropecé con una curiosa naranja. Ahí estaba, solitaria, en todo su esplendor. Decidí darle una pequeña patada para impulsarla. Al quedarse inmóvil ví como el que venía para conmigo también vió a la inocente naranja y descubrí en su mirada a la naranja, el deseo de patear, pero ví también como reprimía su querer por verse maduro ante la sociedad y no darse el gusto de darle un empujón y ver como gira.
Arriba y adelante!!!
2 comentarios:
jiji, como diría un compañero, Que cosas!
See U! ;)
Chido, chido. Saludos
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