Qué gourmet!

Saludos,

"Alguien observaba desde la esquina mas alejada del lugar.
El lugar era de pisos de madera. Olía a madera, cerveza y noche. También tenía olores de perfumes extravagantes de los comensales o bebedores. Pero no bebedores compulsivos que rayan en lo extremo, no, bebedores que quieren probar nuevas cosas, que quieren probar el sabor de la cerveza casera.

Siempre estuvo observando, desde el momento en que llegar los primeros dos de ese grupo chistoso. Hablabán sobre quienes faltaban por llegar. Sobre la carta. Sobre las cosas de sus acontéceres.
Hablaban por teléfono o recibían llamadas. De a quiénes les llamaban, el misterioso observador, no supo. Cómo ellos dos no sabían cómo se manejaba la bebida enseñada por Osiris, pidieron consejo al mesero. El mesero comenzó entusiasmado: "BUENO!!! Pues es...Corona con jarabe" contestando ya un poco desanimado al decir el ingrediente secreto de la cerveza de sabores. Al cabo de las 9 pm llegaron los siguientes tres. Se saludaron coordialmente. Para esto los primeros 2 ya habían tomado 3 samplers y les acababan de llegar una cerveza de chocolate olor café y una de kiwi.

Hablaron mucho, se trajeron sus cervezas de trigo y siguieron hablando. El misterioso observador miraba y escuchaba: "sabe a jabón!".
No tenía otra cosa que hacer el observador. Llegaron mas personalidades, uno mas de rojo. Las bromas se fueron acumulando y las risas se expandían alrededor de esa mítica mesa.
Otra mas de Red Ale (muy seca y refrescante) y una de nueva cuenta de kiwi, pero ahora para el otro sujeto.

Llegó uno mas de peinado semi-mohicano, saludando animosamente a los ya reunidos. El observante seguía observando sin ser visto. Mas bromas. Mas cerveza circuló. De trigo, casera, otra de kiwi. Una mas de manzana verde para uno de los de rojo y otra de avellana para el otro de rojo.

Llegó un jugador del Liceo del Valle. Saludó a todos. Se mezcló con todos y pidió probar de los tarros o vasos de sus compañeros. Pidió consejos y optó por kiwi.
Dos mas tardíos llegaron al lugar Alemán en México. Ella, uno con refresco de lima-limón. Él, uno de chocolate, que, "siempre que va ahi, lo pide". Sólo ha ido 2 veces.

Al cabo de mas cervezas y mas minutos, los de rojo repitieron la dosis. Una manzana verde y otra de avellana. La de manzana no tan ácida y la de avellana muy dulce.

La cuenta se pidió, el observador vió como sacaban de sus carteras montones de billetes y se los daban al del semi-mohicano. Después de aclarar las cuentas se fueron, pero uno de ellos se quedó rezagado. Tardó un rato mas y al llegar dijo: "faltaban 100 pesos, que no contaste bien?".

Se fueron del lugar cada quien a su casa y el observador, un triste cuadro alemán de un señor siguió viendo y escuchando mas historias, chistes y cotorreo en el restaurant-bar gourmet."

P.D. 1 basado en una historia real.
P.D. 2 está localizado por Miguel de Cervantes Saavedra, esquina con Morelos a una cuadra de Américas.

Arriba y adelante!!!