lunes, enero 22, 2007

Las naranjas

Saludos,

les pongo un buen poema que me dieron hace una semana en mi clase de literatura...es bueno, por cierto no tiene nombre pero se le conoce como "El poema de las naranjas":

El desierto es una distancia del
alma
tu cuerpo, Amada, en las dunas
repartido
como el pensamiento de un dios
que duerme.

A lo lejos la mirada se hace agua,
se hace carne en la luz de las naranjas.
¡Qué secretos los rumbos de tu
cuerpo!
¡Qué jardines floridos al nombrarte!

En tu repartición, Amada, en tu
paciencia
hay un albergue: tocarte es
permanecer
en el dulce fulgor de las naranjas.

Jorge Esquinca, poeta contemporáneo. Gdl. Jalisco

2 comentarios:

Jos Velasco dijo...

Mi tarea en esa misma clase un semestre después que tu.

La añoranza de la amada. El cuerpo de la amada está repartido en todos lados de una forma femenina, alude a la forma suave y natural del cuerpo.
A lo lejos como en el desierto se alcanza a apreciar su figura de una manera incierta, como recordando que al acercarse, es decir cuando se piensa en ella va recordando la belleza. El albergue representa un lugar al cuál acudir en donde se encuentra la protección, y a la vez el placer de esa compañía distante.

Alejandro Vargas dijo...

Ese poema es terriblemente bueno y un semestre después lo vuelvo a recordar y me vuelve a fascinar. Ehhhh!!! Wooo!!!